Frecuencias absolutas
La frecuencia absoluta se define como el conjunto de datos e información que proporciona una estadística acompañada de frecuencias para determinar un valor o un evento. Por lo tanto, el concepto de frecuencia absoluta determina el número total de veces que un valor dado permanecerá en un conjunto de información que se ha tomado como referencia.
La frecuencia absoluta es un término estadístico que describe el número de veces que aparece un dato o un valor concreto durante un ensayo o conjunto de ensayos. Esencialmente, la frecuencia absoluta es un simple recuento del número de veces que se observa un valor. La frecuencia absoluta suele expresarse como un número entero y se considera un nivel muy básico de análisis estadístico.
¿Qué es la fórmula de la frecuencia absoluta?
Para calcular la frecuencia absoluta de un suceso, encontramos una fórmula que tiene en cuenta tanto el número de sucesos, datos o valores, identificados con la letra N. A continuación descubrimos cómo es la fórmula de la frecuencia absoluta y qué procedimiento sigue:
¿Cuál es la diferencia entre la frecuencia absoluta y la frecuencia acumulada y relativa?
Para entender en qué se diferencian la frecuencia absoluta de la acumulada y la relativa, es importante, en primer lugar, definir las características de estas dos últimas. La frecuencia acumulada es la que se encarga de sumar todas las frecuencias absolutas de cada uno de los valores. La frecuencia relativa es la que se encarga de calcular la frecuencia absoluta entre el total de eventos, datos o valores. Por último, la frecuencia absoluta relativa es la que se calcula a partir de la división resultante entre la propia frecuencia acumulada y su porcentaje total de datos.
Todo esto es lo que da lugar a una tabla de frecuencias que nos permite extraer más fácilmente los cálculos para determinar un suceso, respecto a su probabilidad o estadística. Por esta razón, se dice que la frecuencia absoluta siempre devolverá una matriz.
Frecuencia absoluta frente a frecuencia relativa
La frecuencia absoluta puede ser el punto de partida de un análisis estadístico más matizado. La frecuencia relativa, por ejemplo, se deriva de la frecuencia absoluta. Cuando se hace un seguimiento de la frecuencia absoluta de los valores a lo largo de todo el ensayo, la frecuencia absoluta de un valor concreto puede dividirse por el número total de valores de esa variable a lo largo del ensayo para obtener la frecuencia relativa. La frecuencia relativa es a la que más a menudo hacemos referencia, ya sea el porcentaje de victorias de nuestro equipo deportivo favorito o el porcentaje de gestores de fondos que baten al mercado. A diferencia de la frecuencia absoluta, la frecuencia relativa suele expresarse en forma de porcentaje o fracción en lugar de un número entero.
A veces, cuando las frecuencias relativas son muy pequeñas, se dan en términos de «por mil», «por millón», etc., como en el número total de delitos en una ciudad por cada mil personas. Tales ajustes se denominan «per cápita».
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